El General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, interviene durante el acto en tribuna abierta de la Revolución por el aniversario 59 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en la ciudad de Guantánamo, el 26 de julio de 2012. AIN FOTO/Juan Pablo CARRERAS/
Acto del 26 de Julio en Guantánamo Foto: Ismael Francisco/CubaDebate
Acto del 26 de Julio en Guantánamo Foto: Ismael Francisco/CubaDebate
Acto del 26 de Julio en Guantánamo Foto: Ismael Francisco/CubaDebate
PALABRAS DE JOSÉ RAMÓN MACHADO VENTURA,
PRIMER VICEPRESIDENTE DE LOS CONSEJOS DE ESTADO Y DE MINISTROS EN EL ACTO
CENTRAL POR EL 26 DE JULIO EN GUANTÁNAMO.
Compañero Raúl;
Compañeras guantanameras y guantanameros;
Compatriotas de todo el país:
Celebramos el acto nacional por el aniversario
59 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en esta
tierra guantanamera, escenario de numerosas batallas por alcanzar y preservar
la independencia y la justicia para todos los cubanos, y cuna de muchos
protagonistas de esas hazañas, desde la resistencia de los esclavos cimarrones
la incorporación de cientos de patriotas a las gestas libertarias, sobre todo a
partir de la brillante campaña de Gómez, Maceo y Guillermón Moncada en 1871,
que prácticamente liquidó un emporio cafetalero que aportaba cuantiosos
recursos al régimen colonial.
Y cuando la guerra se reanudó en 1895, por las
costas de Guantánamo regresaron a la patria Martí, Gómez, Antonio y José Maceo
y Flor Crombet, junto a un ínfimo contingente de combatientes, que en cuestión
de días se transformó en poderosa fuerza, al sumársele quienes ya combatían en
estas montañas, pues Pedro Agustín Pérez y su tropa estuvieron entre los
primeros en alzarse en armas.
Después vino la frustración de los ideales
independentistas con la intervención de los Estados Unidos, de la que aún resta
una importante secuela muy cerca de aquí: la base naval de Guantánamo.
Continuaremos denunciando tan flagrante
violación del derecho internacional, hasta que Cuba ejerza la soberanía sobre
esa porción de nuestro territorio. Jamás bajo ninguna circunstancia
renunciaremos a recuperar este pedazo de suelo.
En la etapa neocolonial fueron notables las
luchas campesinas en esta región como acaba de mencionar el compañero Torres en
su intervención de las que son símbolo el Realengo 18 y El Vínculo donde fue
asesinado Niceto Pérez.
Con tales antecedentes era lógico que la batalla
definitiva por la independencia y la justicia encontrara aquí tierra fértil.
Destacadas fueron las acciones para apoyar el desembarco del Granma. El
movimiento clandestino y posteriormente las guerrillas que ya actuaban en la
zona, constituyeron importante base para la constitución del Segundo Frente
Oriental “Frank País”, gran parte de su considerable territorio integra hoy
esta provincia.
El apoyo resuelto de la población de las
montañas, junto a la incorporación de numerosos hijos e hijas de esta tierra
guantanamera al Ejército Rebelde, resultaron decisivos para que día a día,
combate tras combate el Segundo Frente cumpliera la misión que el Comandante en
Jefe le asignara antes de partir de la Sierra Maestra.
No han sido menores los esfuerzos y sacrificios
realizados desde el primero de enero de 1959.
Si en todo el país ha sido necesario avanzar en medio de las limitaciones
derivadas de ser un país pequeño y sometido a la permanente guerra económica e
ideológica, aún así en dos ocasiones: 1985 y 1995, Guantánamo ganó la emulación
especial vigente hasta el pasado año, para otorgar la sede del acto central por
el 26 de Julio.
Como fue informado oportunamente, se decidió
variar la forma de selección, pues no es justo basarse en un conjunto de
índices sobre los resultados económicos y sociales de las provincias, sin
considerar que ninguna es igual a otra. Todas deben luchar en lo adelante por alcanzar
el cumplimiento de sus planes, con énfasis particular en lo económico. Los
resultados deben ser integrales, en lo posible, pero la sede será decidida por
el Buró Político de manera rotativa.
Seguros de expresar el sentir de nuestro pueblo,
les transmitimos, en nombre de la dirección de nuestro Partido y especialmente
de Fidel y de Raúl, la más calurosa felicitación a las guantanameras y los
guantanameros, y con ellos a los dirigentes del Partido, el Gobierno y las
organizaciones de masas y sociales de la provincia, encabezados por el
compañero Luis Torres Iríbar, a quien es justo reconocer la consagración a la
misión encomendada y su contribución a los resultados alcanzados.
Ya él se refirió hace unos momentos a las
principales tareas acometidas. Al incremento de producciones decisivas del
territorio como el café, el cacao y los productos forestales y frutales. Sin
olvidar que se está todavía lejos de lo que se necesita y de los rendimientos
que deben alcanzarse.
Además quedó una importante deuda pendiente: el
incumplimiento del plan de producción de azúcar. Esta vez la industria fue el
talón de Aquiles y hay que adoptar las medidas que garanticen que la situación
sea otra desde el arranque de la zafra 2012-2013.
En ningún frente ha habido saltos
espectaculares, pero hemos podido constatar que existe más organización,
disciplina y exigencia, acompañadas de un mayor compromiso, responsabilidad y
entusiasmo de los colectivos laborales. Con esas premisas, si nadie se duerme
en los laureles, es posible consolidar lo alcanzado y no volver a retroceder,
que es lo más importante.
Ya funciona el trasvase, como aquí se expresó,
que garantiza el agua al valle de Caujerí y se trabaja en el sistema de riego
que concibió el jefe de la Revolución cubana compañero Fidel Castro; está a
punto de concluir el nuevo enlace por carretera con Santiago de Cuba y se
avanza en los servicios de gastronomía y en el embellecimiento de la capital
provincial y otras poblaciones, por solo mencionar algunas de las obras.
Son muchos los problemas que aún restan y no
todos se podrán resolver con la brevedad que quisiéramos. Pero puedo
asegurarles que se seguirá buscando a cada uno la solución más racional y al
alcance de las posibilidades de la economía, según la prioridad establecida. Al
respecto puedo informarles que se dará continuidad a una obra muy necesaria y
de gran envergadura: el acueducto de la ciudad de Guantánamo.
Compañeras y compañeros:
Los lineamientos aprobados por el VI Congreso
del Partido marcan el camino para la actualización de nuestro modelo económico,
condición imprescindible para mantener los logros sociales alcanzados por la
Revolución, bajo los principios de racionalidad, realismo y eficiencia en el
empleo de los recursos, y a la vez satisfacer paulatinamente las necesidades de
la población.
No me extenderé en la marcha de la
implementación de los Lineamientos y de los resultados de la economía en el
semestre recién concluido, asuntos analizados hace pocos días por el Consejo de
Ministros, el Pleno del Comité Central del Partido, y la sesión ordinaria de la
Asamblea Nacional del Poder Popular. En especial, las conclusiones del
compañero Raúl en esta última, trazan orientaciones precisas sobre cómo actuar
en lo adelante.
Los enemigos de la Revolución -tanto los de
afuera como los de adentro-, bajo la sombrilla de la crítica a una supuesta
lentitud o poca audacia de las medidas adoptadas, ocultan sus verdaderas
intenciones de restaurar el régimen de oprobio existente en Cuba hasta 1959.
Continuaremos reforzando la institucionalidad
del país, pensando y planificando en detalle cada nueva decisión, y exigiendo
al ponerla en práctica que el control y seguimiento a cada tarea sean efectivos
y verdaderos. El asunto no consiste en resolver un problema a costa de crear
otro, sino en encontrar soluciones definitivas para no retroceder
posteriormente.
No ignoramos las limitaciones materiales que
muchas veces impiden avanzar al ritmo que quisiéramos, la mayoría derivadas de
la crisis económica que hoy azota al planeta y ha disparado los precios de los
combustibles, los alimentos y prácticamente todo lo que el país importa,
dificultades multiplicadas por el bloqueo.
Pero no permitiremos que esas reales limitaciones
se utilicen como pretexto por quienes siguen actuando por inercia, sin
iniciativa ni espíritu de pelea frente a las dificultades. Esos que esgrimen
constantemente como justificación lo que falta, en vez de aprovechar al máximo
los recursos disponibles. Hay que declarar la guerra sin cuartel al derroche,
la indolencia y las actitudes negligentes o burocráticas.
El pasado mes de enero realizamos la Primera
Conferencia Nacional del Partido, que aprobó cien Objetivos de trabajo
encaminados a perfeccionar la labor de la organización, en correspondencia con
las tareas y circunstancias actuales. Con igual propósito orientó a la UJC y
las organizaciones de masas revitalizar sus estructuras y contenido de trabajo.
Tenemos el deber, en primer lugar los militantes
del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, de fortalecer aún más el vínculo
con los trabajadores y la población en general; de buscar los mejores métodos
que nos permitan escuchar cotidianamente y sobre todo tener en cuenta sus
críticas, opiniones y sugerencias para cumplir lo acordado; de predicar con el
ejemplo y enfrentar los errores y actitudes incorrectas con valentía y en la
forma adecuada a cada circunstancia, de explicar con argumentos convincentes la
política de la Revolución y las razones de cada medida. A ello debemos dedicar
todos nuestros esfuerzos y energías.
Como la Revolución ha hecho invariablemente,
cada decisión trascendente será consultada con los trabajadores encargados de
llevarla a cabo e incluso con todo el pueblo cuando resulte necesario.
Por ese camino continuaremos avanzando y haciendo cuantos cambios se requieran,
sin ceder un ápice ante las presiones del enemigo y enfrentando resueltamente
sus agresiones en cualquier terreno.
No estamos solos en esa decisiva batalla por
preservar nuestro derecho a la independencia y a una vida digna. Contamos con
la solidaridad de muchas mujeres y hombres de vergüenza en todos los confines
del planeta. La verdad y la justicia tarde o temprano terminan por imponerse.
El respaldo cada vez mayor a la justa causa de
nuestros Cinco Héroes es muestra evidente de esa creciente solidaridad.
Ratificamos a nuestros queridos hermanos el reconocimiento de sus compatriotas
por tan valiente y digna actitud, junto al compromiso de no cejar en la lucha
hasta lograr su definitivo regreso a la patria.
Contamos igualmente con la amistad y el apoyo de
numerosos gobiernos y organizaciones progresistas, en particular del ALBA, de
la hermana Venezuela y su líder, el Comandante Hugo Chávez Frias, entrañable amigo de Cuba.
Hoy podemos afirmar que no fue en vano el
sacrificio de los mártires del 26 de Julio y de cuantos cayeron, antes o
después, en defensa de la justicia y la libertad.
Como aquellos que en la mañana de la Santa Ana
no dejaron morir al Apóstol en el centenario de su nacimiento, las actuales y
futuras generaciones de revolucionarios mantendrán por siempre vivo el legado
glorioso de los próceres de la patria.
¡Gloria eterna a los héroes y mártires del 26 de
Julio!
¡Viva la Revolución!
¡Viva Fidel, ¡ Viva Raúl !
¡Viva Cuba libre!
¡Venceremos!
Acto del 26 de Julio en Guantánamo Foto: Ismael Francisco/CubaDebate
Acto del 26 de Julio en Guantánamo Foto: Ismael Francisco/CubaDebate
Acto del 26 de Julio en Guantánamo Foto: Ismael Francisco/CubaDebate