Publicado en Cubadebate el 1
Septiembre 2012
Dayron
Robles en la final de los 110 metros con vallas en Londres
Por: Anne Marie García
El cubano Dayron Robles, molesto con algunas
críticas, quiere descansar para reponerse de las lesiones que lo acosaron todo
el año y le impidieron llegar a la meta en la final olímpica de los 110 metros
con vallas, antes de decidir el rumbo que le dará a su carrera.
Robles se lastimó una pierna en la final de los
110 metros con vallas en Londres y abandonó la carrera después de la sexta
valla.
“Yo me quedo frío cuando oigo gente que dice que
debía llegar a la meta, o que yo estaba actuando, el que dice eso nunca se ha
parado en una pista, no saben los problemas que tiene un atleta para
prepararse, no sabe nada de deporte”, afirmó Robles en entrevista con The
Associated Press.
Tras una pausa y con tono molesto, agregó que
“no me conocen, lamentablemente no saben el valor que debe tener un atleta para
preparase a diario, sencillamente es una falta de respeto”.
Sentado en un sillón en la modesta casa que
comparte con su familia en el barrio capitalino de Centro Habana, Robles,
vestido con una camiseta naranja y un pantalón de mezclilla negro, habla con
fluidez y con tono alto, lo cual no es habitual para él.
“No quiero coger lucha, ahora lo primero que
quiero es descansar, refrescar, quitarme el estrés. De deporte nada, voy a
pasear con mi novia, con mi familia, después me sentaré a analizar con todo mi
grupo de trabajo para decidir el rumbo a tomar”, recalcó.
“Las ganas de correr, el desafío de las vallas,
no se me va a quitar nunca, pero te confieso que ahora en este momento no te
puedo decir si voy a seguir en las competencias de alto nivel. Por el momento
no quiero ni pensar en eso”, señaló.
El campeón olímpico en Beijing 2008 y dueño del
récord mundial indicó que el 2012 fue “el peor año de toda mi carrera”.
“El rival más grande que tuve fueron las
lesiones, y te confieso que en algún momento pensé en renunciar a los Juegos,
pero llegué a Londres muy preocupado aunque sabía que con todo mi grupo se
había hecho un buen trabajo”, indicó.
La victoria en la serie semifinal con su mejor
registro de la temporada, 13.10 segundos, le dio ánimo para defender su corona
olímpica, “entonces pensé, ‘estoy en la comida, a mí hay que matarme”’.
“En la final tuve una arrancada como no la tuve
desde hace tiempo, pero no recuerdo en que valla sentí como un tirón y después
en la siguiente sentí como si me cortaran el muslo. Grité, me cogí la pierna y
no pude avanzar más”, explicó Robles.
La resonancia magnética que le hicieron en
Londres arrojó que el cubano sufrió una rotura muscular en la pierna izquierda.
Sin embargo, unas semanas antes de la cita olímpica Robles tuvo molestias en la
pierna derecha.
“Me di tratamiento unos días en España antes de
regresar a Cuba hace una semana. Todavía me duele. Mira, si me roban la cartera
tengo que dejar que el tipo se vaya corriendo porque yo no puedo caerle atrás”,
comentó.
Robles cumplirá 26 años en noviembre y desde su
victoria en Beijing hace cuatro años tuvo una racha de lesiones que no le
permitieron competir con todo su potencial físico.
“Yo digo que la gloria y la fama llegan cuando
tienen que llegar. A mí me pasó en Beijing, pero desde entonces no tuve
respiro, no pude prácticamente hacer nada, es decepcionante porque realmente no
hemos dado en el clavo para resolver el problema”, expresó.
Robles aseguró que en Cuba la gente en la calle
le reconoce y le da ánimo.
“La mayoría me dicen que siga pa’lante, algunos
me señalan que perdí, pero en realidad no salieron bien las cosas y que a veces
perdiendo se gana. Yo mismo me metí en una boca de león pero, yo soy de los
leones que siempre esta delante”, señaló.
Durante su descanso el cubano viajará a
Guantánamo, a unos 900 kilómetros al este de la capital, la ciudad donde se
crió.
“Voy a saludar a todos los que me han visto
crecer, quiero compartir con ellos carne de puerco asado y congrí (arroz con
frijoles negros), la comida que tanto me gusta. No nací en una cuna de oro, a
mi nunca se me olvida de donde vengo, lo tengo bien claro”, dijo.
“Con mi título en Beijing me llegó la fama, algo
muy difícil de sobrellevar sobre todo aquí en Cuba, me cayó una responsabilidad
grande, y me doy cuenta de que lo mío siempre ha sido, pista, pista y pista.
Ese era mi deseo, pero ahora quiero olvidarme del deporte, vivir como cualquier
joven cubano, salir, ir a la playa, a la discoteca, pasear, después de un
tiempo ya veré como se compone todo”.
(Tomado de AP)