El proceso de actualización
del modelo económico que se está implementando se ha enrumbado correctamente,
aunque su marcha se siente y parece lenta, tal vez por la impaciencia de ver
resultados lo más pronto posible, algunos de los cuales se esperaba estarlos
viendo ya. A veces se adolece de marchas y contramarchas intermitentes no
siempre lógicas y justificadas, en algunos aspectos importantes los pasos son
demasiado cortos y demorados faltando el sentido de urgencia a que se refirió
Raúl en su Informe al VII Congreso, se manifiestan trabas de distinto tipo,
aparecen regulaciones y medidas contraproducentes y a veces absurdas o por lo
menos incomprensibles, etc.
Fidel en su Informe al Primer
Congreso del Partido decía que ¨… el revolucionario tiene también el deber de
ser realista…Hay que aprender también de los hechos y de las realidades” y en
la definición que hizo en su discurso del 1ro. de mayo del 2000 entre otras
cuestiones planteo que ¨Revolución es luchar con audacia, inteligencia y
realismo¨.
El realismo es una condición
indispensable en estos momentos para aspirar a consolidar, profundizar y desarrollar con éxito y de manera viable
nuestro proyecto socialista, sobre la base naturalmente del gran trecho ya
caminado en estos 57 años de Revolución y tomando lo mejor de lo logrado y
pensado en las diversas etapas de dichos años incluyendo las más idealistas que
también nos legaron importantes aportes a recoger, pero sobre todo a partir de
un análisis objetivo de la situación,
circunstancias, hechos y realidades actuales:
-- país pequeño, de economía
abierta y sin recursos naturales suficientes,
-- infraestructura y planta
industrial sumamente deterioradas,
-- ausencia de fuentes de
ahorro interno suficientes para respaldar el proceso inversionista que se
requiere,
-- falta de un apoyo
económico externo como el que en cierto momento se tuvo,
--rodeados por un mundo
predominantemente capitalista con el cual estamos obligados a vincularnos
económica y financieramente y de alguna manera integrarnos a él,
--con una sociedad interna
desgarrada por un Periodo Especial que lastimo seriamente los logros sociales
conquistados incluso a los más significativos y emblemáticos, y que la fracturo
en diversos segmentos desiguales económica y socialmente entre sí,
--con una mayor parte de la
población (obreros y empleados del sector estatal, pensionados, etc.) que no
recibe ingresos legales suficientes para vivir
-- con gran parte de sus
familias divididas y aproximadamente un 15% de su población residiendo en el
exterior
--con la existencia de dos
monedas y varias tasas de cambio en su circulación monetaria interna lo que
contamina, desfigura y hace no confiables indicadores macroeconómicos
fundamentales necesarios para tomar
decisiones y conducir la economía, que desestimula a las empresas exportadoras
y a la inversión extranjera y, algo muy importante y muy negativo:
Se trata del hecho de que
esta dualidad monetaria y sobre todo la multiplicidad cambiaria es un factor
inflacionario y deformador, de un impacto determinante en los mercados de
oferta y demanda (entre ellos en los mercados agropecuarios ) y en general de
los altos precios del mercado minorista al inyectar a través de las remesas
(uno 1800 millones de CUC anuales), un circulante importado de más de 43 mil
millones de pesos al año no asociados al proceso productivo nacional (1800
millones de CUC al cambio de 1x24) que más que duplica el total de la demanda
solvente generada internamente por todo el sector estatal expresada por la suma
del total de salarios, pensiones y asistencia social la que anualmente resulta,
según datos de la ONE, aproximadamente
de solo unos 35 o 36 mil millones de pesos o poco más.
A esta demanda solvente
inflacionaria adicional de origen externo habría que sumarle además la magnitud
de la generada por los ingresos en divisas o CUC de paladares, taxistas y demás
cuentapropistas que venden productos y servicios directamente a los
extranjeros, más los ingresos de las “jineteras” y las propinas en el turismo,
cifras de las que no conozco sus estadísticas pero que son altas y también al
cambio de 1x24 van a comprar y demandar productos y servicios al mercado
minorista.
Estos componentes anormales y
sobredimensionados de la demanda solvente tienen el agravante de que se
concentran principalmente en una parte minoritaria de la población con
capacidad para pagar cualquier precio que le pidan y absorber casi totalmente o
por lo menos a la mayor parte de la oferta disponible.
En resumen una demanda solvente
teratológicamente deformada: por un lado exagerada y anormalmente inflada para una parte
minoritaria de los demandantes, por otro
lado insuficiente para una mayoría de
la población ante la cual los precios no
están a su alcance y como sumatoria una demanda solvente total que más que
duplica a la que sería lógicamente generada desde un punto de vista económico,
financiero y monetario.
Mientras esta anomalía
persista no hay medidas administrativas ni
precios topados ni lucha contra intermediarios innecesarios y
especuladores, que logre un equilibrio de precios más o menos normal. Las
medidas administrativas tomadas, aunque produzcan alivios temporales van a
ocasionar consecuencias secundarias contraproducentes, deformadoras y negativas
en cuanto al papel que el mercado debe jugar en el nuevo modelo económico en
proceso de implantación pues atacan causas aparentes y cuando menos secundarias y no a las
principales causas reales del fenómeno inflacionario.
Las únicas medidas
adecuadamente orientadas, en el contexto
de las que se están tomando, son las destinadas a lograr aumentos de la
producción y la oferta pero tendrán efectos demorados e insuficientes, porque
reiteradamente se verán contrarrestados y en gran parte anulados por la deformación creciente de la demanda
solvente antes mencionada.
Esa demanda tan anormalmente
inflada va a continuar manifestándose de
manera necesaria y significativamente alcista en los mercados que existan
legalmente, en estos momentos principalmente en los que se han conservado de
libre oferta y demanda sin precios topados,
y cuando estos no respondan a ella con su oferta, se desviara y lo hará
en el mercado negro.
Hay que tomar en
consideración además que un mercado tan distorsionado no es el complemento
adecuado a la planificación centralizada, combinación que se ha planteado para
la construcción del socialismo en nuestras condiciones. De no normalizarse la relación oferta-demanda y el mercado en
general, esta combinación y
complementación aconsejables entre planificación centralizada y mercado y entre sector estatal y no estatal
de la economía, se verán seriamente
afectadas y pudiera una vez más conducir a fenómenos que produzcan la
apariencia de que socialismo y mercado son irreconciliables y, una vez más también,
al riesgo de decidir equivocadamente: ¨botar a la criatura junto con el agua
sucia¨.
--Otro aspecto de la situación actual, que no debemos olvidar en
un análisis realista de la misma, es el de la existencia de unas masas
altamente calificadas y con alto nivel cultural como promedio lo que en general
es indudablemente un factor positivo pero que, al tratarse de masas
insatisfechas en muchas de sus necesidades,
potencia su capacidad de crítica,
exigencia y discrepancia, en momentos en que la influencia
aglutinadora, de arrastre y de freno por parte de la generación histórica de
los dirigentes que hicieron la Revolución y la han encabezado hasta el presente
esta llamada a desaparecer ya que, por razones biológicas inevitables, deben
abandonar el escenario político en el quinquenio en curso o a fines del mismo.
Si el Socialismo que tratemos
de desarrollar no es realista estará condenado al fracaso.
Raúl ha reiterado el slogan
de avanzar “sin prisa pero sin pausa” para evitar improvisaciones que generen
“remedios peores que la enfermedad”.
Hace casi 40 años, el propio
Raúl el día 19 de diciembre de 1975, al referirse a la ejecución de las tareas
del Primer Congreso planteo de manera similar el de “Ni lentitud de jicotea, ni
corre-corre improvisado”.
Nos parece más adecuada la
consigna del Primer Congreso porque se puede avanzar “sin prisa pero sin pausa”
(que es la consigna actual) y no obstante hacerlo “con lentitud de jicotea”, lo
que debe ser superado pues hay urgencias que no esperan y los remedios pueden
llegar tarde.
A partir de la experiencia
vivida se hace aconsejable estar alertas para evitar que, con respecto a los
lineamientos aprobados en el VI Congreso y confirmados en el VII y a las
medidas para la actualización del modelo económico social actualmente en
proceso de aplicación, se vayan a producir engavetamientos, abandonos, tergiversaciones y labor de freno
por negligencias, indolencias, falta de sistematicidad, inercias mentales que
se resistan al cambio como ha advertido Raúl, o también por falta de convicción
en el camino decidido o por determinados intereses personales que puedan imprimir un solapado
“paso de jicotea” e intentar el desvío de dicho camino por temor a perder poder
y posiciones.
Afincados en los principios
inclaudicables de soberanía, independencia y dignidad nacionales, debemos
luchar por un Socialismo que mantenga, recupere, consolide y desarrolle los logros alcanzados en salud, educación y
otras esferas de justicia social, y que sea capaz de satisfacer adecuadamente
de manera estable y de acuerdo con el desarrollo tecnológico actual de bienes y
servicios de consumo las necesidades materiales y espirituales crecientes de
todo el pueblo incluyendo a sus segmentos de menores ingresos, en un proceso
gradual de superación lo más rápida posible de las desigualdades creadas por el
Periodo Especial.
Debemos lograr que los
salarios y pensiones sean suficientes para satisfacer las necesidades básicas
de la familia cubana pues mientras los ingresos normalmente legales para la
gran mayoría de la población no alcancen para vivir, como es reconocido
oficialmente, es absurdo pensar que habrá una resignación estoica a existir sin
vivir y se hace lógica e inevitable la búsqueda de los recursos complementarios
e irrenunciables para asegurar la subsistencia por vías ilegales y los desvíos
y la corrupción encuentran un caldo de cultivo objetivo que no puede ser
contrarrestado ni vencido únicamente por las vías del control y represión
administrativa y policial ni por la propaganda y educación ideológica.
Fidel en 1971, en su discurso
con motivo del 1ro. de mayo, planteaba que “…si nosotros queremos avanzar en lo
moral, y avanzar en la conciencia, debemos eliminar los factores que
constituyen caldo de cultivo, que están contra de la moral, que van contra la
conciencia, que promueven la corrupción”.
Por otro lado mientras la
pirámide de ingresos este invertida y desarticulada no se lograran las
motivaciones indispensables para el incremento de la productividad del trabajo
social, de la calificación laboral y profesional y para el necesario aumento de
la producción y la oferta que tanto se requieren. Una Reforma Salarial se hace
aconsejable a partir de un salario mínimo que alcance para cubrir las necesidades
básicas y de ahí en adelante proporcione la posibilidad de ingresos para
sufragar como promedio de manera creciente una “vida decente” de menor o mayor
nivel según la calificación y aporte a
la sociedad del trabajo realizado por cada cual.
Sabemos que se trata de un
complicadísimo rompecabezas a ser armado a partir de la situación actualmente
existente, pero si bien es cierto que el problema no se resuelve con una simple
subida de salarios ante una oferta que no crezca también es cierto que la
producción y la oferta no crecerán rítmica y sostenidamente mientras no haya la
adecuada motivación material para ello.
Es necesario devanarse los
sesos para encontrar los formulas y vías que, eludiendo las “terapias de
choque”, nos conduzcan lo más rápido posible a una situación monetaria normal y
estable y a un sistema estructural de ingresos de la población que resulten
impulsores de la producción, la eficiencia económica y la estabilidad social.
Debemos trabajar por un
proyecto Socialista que como objetivo tenga por una parte una base productiva y
financiera sólida, pero además por un Socialismo que cuente por otra parte con
una base cultural e ideológica suficientemente fuerte y arraigada que le
permita reproducirse una y otra vez, legitimada reiteradamente por el consenso
popular de manera espontánea sin ningún tipo de medidas de represión ni de
compulsión evidentes, ni tampoco coyunturalmente por el liderazgo carismático
de una u otra figura.
Un Socialismo auto sostenible
no solo desde el punto de vista económico y medio ambiental sino también en lo
ideológico, social y político.
Un Socialismo lo
suficientemente atractivo como proyecto social que soporte los errores y
cambios de los gobernantes de turno sin perder el apoyo del pueblo o por lo
menos de la amplia mayoría del mismo. Que sea capaz de mantener ese consenso en
medio de la inevitable y saludable diversidad de ideas, criterios y creencias y
que estas puedan manifestarse sin cortapisas, sin sentirse censuradas y
reprimidas (aunque deban comportarse lógicamente dentro de determinados
principios y regulaciones éticas y morales), que puedan acudir a todas las
fuentes de información disponibles sin secretismos y sin zonas prohibidas de
acceso.
Para lograr este Socialismo
se requiere ir logrando una satisfacción creciente y sostenida de las
necesidades materiales de la población y, además, la práctica de una democracia
auténticamente representativa y participativa, con libre debate de puntos de
vista y participación no solo en la formulación de criterios sino en la toma de
decisiones. Se hace urgente esta práctica en primer lugar dentro del Partido,
en lo que viene insistiendo Raúl reiteradamente, y mucho más cuando nos
pronunciamos por la existencia de un Partido único lo que considero necesario y
vital en las actuales circunstancias políticas internas, regionales y
mundiales.
Se hace necesaria la
participación activa de nuestros economistas y demás intelectuales de las
Ciencias Sociales en las discusiones y toma de decisiones sobre la
implementación del modelo económico social aprobado. Sin temor a las
denominaciones considero conveniente crear uno o varios ThinkTank con nuestros
científicos sociales más destacados, capaces, patriotas, revolucionarios y
realistas.
Se hace necesaria, además,
una participación más realmente democrática de las masas a través de las
diversas organizaciones en que se agrupen, en las comunidades en que
vivan, en los procesos electorales
y de gestión de los Órganos del
Poder Popular en sus
diferentes nivel es, en la gestión y/o autogestión de las entidades
económicas estatales y no estatales de las que forman parte, es esencial la
participación libre y no oficialista y censurada de los creadores del arte y la
literatura y de manera muy importante de una prensa con
informaciones al día , sin tabúes, sin cesuras ni autocensuras y aprovechando
todos los medios modernos de comunicación existentes.
Como leí hace unas semanas de
un destacado representante de nuestra Ciencias Sociales: “El Socialismo no
puede posponer más la democracia que ha prometido” y otro intelectual también
destacado nos recordó recientemente unas palabras de Fidel pronunciadas en 1970
en las que decía: “No puede haber ningún Estado más democrático que el
Socialista. Si no es democrático fracasa… sin las masas pierde la batalla”.
Solo así se podrá forjar el
consenso del que hablo Raúl en la clausura del VII Congreso como factor
fundamental del que dependerá el ritmo y el éxito de nuestro proyecto
socialista y evitar que prospere la alternativa capitalista presente en el
pensamiento y actividad de algunos y que
se nos ofrece, además, con formas cautivadoras a través de los medios de
comunicación dominados por los enemigos del socialismo y en discursos
melosos, cantos de sirena y determinadas
acciones económicas y políticas estimulantes por parte de los representantes
del enemigo tradicional convertido ahora en un “buen vecino”, cuyas intenciones
pérfidas y aviesas en gran medida explicita con todo desenfado. No obstante es
preferible y mucho más ventajosa su actual política de “buen vecino” que la
política de Big Stick sostenida durante toda la historia anterior
del proceso revolucionario. Lo hemos vencido frente a su política anterior y
debemos y podemos ser lo suficientemente hábiles, astutos, prácticos y
realistas para vencerlo en el nuevo escenario
que se nos plantea.
Sobre la base de una mejoría
visible, sostenida y creciente de las condiciones de vida de la
población(aunque solo pueda ser gradual y lenta al inicio) y de la posibilidad
de un ejercicio democrático real que convenza y de una participación activa en
los asuntos económicos y sociales (lo que no tiene que ser tan gradual y
lento), acompañadas por una eficiente formación cultural e ideológica, los sectores más vulnerables de nuestra
sociedad y sobre todo nuestros jóvenes podrán avizorar un futuro lo
suficientemente prometedor y estimulante para que se reduzcan sus
incertidumbres y sus tendencias a la emigración, se fortalezca el sentimiento
patriótico, nacionalista y socialista y
se vaya logrando de manera creciente el consenso necesario en una mayoría
creciente de la población.
La labor de educación
política, cultural e ideológica por sí sola no lo lograra y menos con
fórmulas, insistencias y letanías
rutinarias y pasadas de moda que provocan agobio y rechazo.
La actual generación joven
nació y/o se desarrolló en el Periodo
Especial y siente y piensa, en parte con razón, que las deudas que hay que
saldar con ella no las contrajo el capitalismo, distante casi 60 años atrás en
el tiempo, si no el propio proyecto socialista desarrollado hasta ahora y sus
dirigentes. Por ello el consenso no puede lograrse principalmente a base de
pedir actos de fe en el Partido y en la Dirección Revolucionaria y con un
discurso gastado, poco atractivo y sobre todo poco convincente.
Marx y Engels escribieron una
temprana obra de manera compartida entre ambos en 1844 editada con el título de
“La Sagrada Familia”. En la parte tercera de su capítulo VI elaborada por Marx, este hace una síntesis de
determinadas concepciones o doctrinas de una de las tendencias del materialismo francés que entroncaban,
según él, con el socialismo y el comunismo, y en una parte resume y expone lo
siguiente: “Si el hombre forma todos sus conocimientos, sus sensaciones, etc. a
base el mundo de los sentidos y de la experiencia dentro de este mundo, de lo
que se trata es, consiguientemente, de organizar el mundo empírico de tal modo
que el hombre experimente y se asimile en él lo verdaderamente humano, que se
experimente a sí mismo en cuanto hombre. Si el interés bien entendido es el
principio de toda moral, lo que importa es que el interés privado del hombre
coincida con su interés humano”.
Considero que se trata de una idea que debe ser base
principal a tener en cuenta, guía orientadora
y objetivo a lograr en cualquier sociedad que se proponga construir el
Socialismo.
Interpreto este aserto y lo
que de él se deriva para la práctica de la construcción socialista como una
exhortación a estudiar y pensar,
teniendo en cuenta el país y momento dados de que se trate, en cómo organizar y
estructurar el mundo empírico, entendiendo por este a las relaciones de
propiedad y de posesión, las relaciones de producción en general, el destino y
distribución de los resultados del trabajo y de lo producido, la participación
de los hombres, sus facultades de decisión y los mecanismos de estímulo, en
primer lugar los económicos, de tal manera que el interés privado de cada
individuo coincida con el interés social, lograr lo que conviene a todos a
partir de lo que conviene a los individuos, que estos moviéndose tras su
interés particular lógico y bien entendido, lo que resulta natural e inevitable,
estén llevados a hacerlo también en aras del interés social, del interés
humano. No pretender lograrlo como punto de partida por pura conciencia a desarrollar únicamente
mediante la educación y formación ideológica superestructural sino sobre la
base de que el modelo de organización económica y social aplicado los lleve objetivamente a ello.
Organícese el mundo empírico
de la construcción socialista de tal manera que “el interés privado del hombre
coincida con el interés humano” y compleméntese ello con la correspondiente,
inteligente, atractiva y convincente educación cultural y político-ideológica.
La Habana, 14 de junio de
2016
* CURRICULUM VITAE (SINTESIS)
Dr. En Ciencias Económicas desde 1984.
Profesor Titular Adjunto de la Universidad de La
Habana desde 1983.
1975-1976 Director Ejecutivo de la Comisión Nacional
para la implantación de la Nueva División Político Administrativa (DPA), la
organización de los Órganos del Poder Popular (OPP) en todo el país y la
aplicación del Nuevo Sistema de Dirección y Planificación de la Economía
(SPDE).
1975-1985 Secretario Ejecutivo para la aplicación del
Nuevo Sistema de Dirección de la Economía (SDPE).
1976-1985 Ministro Presidente de la Junta Central de
Planificación (actual MEP).
1979-1985 Vicepresidente del Consejo de Ministros
atendiendo, además de ser Ministro de la JUCEPLAN, al Ministerio de Precios, al
Comité Estatal de Estadísticas, al comité Nacional de Normalización y Control
de la Calidad, Al Instituto de Sistemas Automatizados y Técnicas de Computación
y a la Oficina Nacional de Diseño Industrial
2003-2006 Jefe de la Casa Financiera del Turismo
(FINTUR).
Trayectoria Política.
1957-1958 Combatiente del Movimiento 26 de julio en la
lucha clandestina contra la tiranía de Batista.
1958 Combatiente del Ejército Rebelde en la columna 8
comandada por el ¨Che Guevara¨.
1975-1987: Elegido miembro del Comité Central del PCC
sucesivamente en los Congresos I, II y III, celebrados en 1975, 1980 y1985.
1980-1985: Miembro del Buró Político del CC del PCC.
1976-1986: Diputado a la Asamblea Nacional del Poder
Popular
Medallas, diplomas y reconocimientos oficiales
recibidos.
Medalla de Combatiente de la Lucha Clandestina.
Medalla de Combatiente de la Guerra de Liberación.
Medalla XX Aniversario del Moncada
Medalla X Aniversario del Poder Popular en Matanzas en
1984.
Medalla “30 Aniversario de las FAR” en 1995.
Medalla “40 Aniversario de las FAR” en 1997.
Medalla “50 Aniversario de las FAR” en 2006.
Miembro de la Asociación de Combatientes de la
Revolución Cubana (ACRC).
Publicaciones de libros y revistas.
“Economía Política”: Cinco ediciones en Cuba para los
centros educacionales de nivel superior y medio.
Una edición en Portugal.
Una edición en Colombia.
“El Subdesarrollo y la vía del desarrollo”: Tres
ediciones en Cuba.
Una edición en
Portugal.
Una edición en
Venezuela.
“Los problemas monetarios actuales del mundo
capitalista” en 1968.
“Las principales organizaciones financieras
internacionales del mundo capitalista” en 1969.
Además, numerosos artículos, discursos y entrevistas en
periódicos y revistas.
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