RT - 4 feb 2017 15:46 GMT
Una guerra comercial entre EE.UU. y China podría llegar a
beneficiar a países como México, opina 'The Economist'.
Jason Lee Reuters
Dadas las afirmaciones que hizo Donald Trump durante
la campaña electoral, en las que se expresó a favor de
imponer un arancel del 45% a los productos procedentes de China, una
guerra comercial entre dos países se hizo más probable después de que
fuera elegido presidente, afirma 'The Economist'.
A mediados de enero, el mandatario chino, Xi Jinping, intervino en
un discurso en el Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) diciendo que
"nadie ganaría en una guerra comercial". La revista británica, a su
vez, ha investigado unos resultados posibles de ese 'armagedón económico'.
Consecuencias para EE.UU.
Al aumentar el precio de los artículos procedentes de China, el arancel
al mismo tiempo resultaría en unos beneficios más bajos para los
importadores estadounidenses. Particularmente, eso se refiere a los
importadores de ropa y artículos electrónicos, señala 'The Economist'.
No obstante, según los resultados de una investigación
económica, en el 2010 los ciudadanos de Estados Unidos
dedicaron a productos chinos solo el 2,7% de sus gastos de consumo, mientras
que la mayoría de estos (88,5%) correspondía a productos hechos en EE.UU. Por
eso el efecto de la medida de Trump para los consumidores de Estados Unidos no
sería tan grande como se podría pensar, aunque el porcentaje de las mercancías
chinas en el consumo de los estadounidenses más pobres es mayor, por
lo que estos últimos saldrían más perjudicados, afirma 'The Economist'.
Al mismo tiempo, las empresas chinas (en particular, las incluidas en
el índice de
Morgan Stanley Capital International, o MSCI) tampoco dependen mucho de los
consumidores estadounidenses. Según los datos que cita la revista, para
un 98% de las empresas chinas los ingresos vinculados con Estados
Unidos equivalen a menos del 10% de sus ingresos totales, mientras
que más del 90% de los ingresos de esas empresas está relacionado con sus
actividades en otros países.
Efecto "doloroso pero no catastrófico"
Según los analistas del banco de inversiones Morgan Stanley, la
imposición de la tasa del 45% reduciría las exportaciones chinas a
Estados Unidos en un 13%. También bajaría el crecimiento del PIB de
la República Popular en 1,4 puntos (en el 2016 creció en
6,6%).
Sin embargo, a pesar de una caída moderada, el efecto de la medida
para Pekín sería "doloroso pero no catastrófico", ya que el gigante
asiático ha empezado a reducir la dependencia que tiene su crecimiento
económico de sus exportaciones, asegura 'The Economist'.
¿Y el resto del mundo?
Una guerra comercial dañaría a los países involucrados en el
suministro de las empresas exportadoras chinas. Entre esos países
figura Corea del Sur, por ejemplo.
Al contrario, las naciones capaces de sustituir las exportaciones del
gigante asiático a EE.UU. podrían beneficiarse de la medida anunciada por
Trump. Eso, en particular, se refiere a Vietnam y México. No obstante, es
posible que pronto el propio México afronte una guerra
comercial contra Washington, concluye 'The Economist'.