RT
- 15 nov 2019 16:22 GMT
Se registraron varios ataques a
la prensa, y los reporteros del país vecino debieron ser resguardados en la
Embajada argentina. Embarcaron por la mañana y se espera que lleguen a Buenos
Aires en la tarde.
Fuerzas de seguridad en La Paz
(Bolivia), el 14 de noviembre del 2019. Henry
Romero / Reuters
Los periodistas argentinos que estaban
cubriendo los sucesos en Bolivia tras el golpe de Estado consumado contra el
expresidente Evo Morales, están
siendo evacuados del país plurinacional tras haber sido víctimas de ataques en
las calles en medio de una gran escalada de tensión. Se trata de comunicadores
y camarógrafos enviados especialmente por los canales A24, Crónica
TV, Telefé y TN.
Según le explicaron a este medio miembros del
equipo de A 24, pasadas las 9:30 (hora de Bolivia) los reporteros ya estaban
embarcando para volar hacia Buenos Aires. Así, se espera que arriben a
Argentina a las 14 (hora local), viendo suspendida su tarea
informativa. Antes de eso, los cronistas tuvieron que ser resguardados en la
Embajada de la nación vecina en La Paz, al considerar que su integridad física
corría peligro.
Recientemente, la ministra de Seguridad
argentina, Patricia Bullrich, señaló que "no están dadas
las garantías de trabajo en la calle". Según dio a conocer en Twitter, un grupo
especial de la Gendarmería participó en territorio boliviano para
"rescatar" a sus compatriotas.
Las condiciones de trabajo para la prensa
crítica en Bolivia son hostiles y resta por ver qué consecuencias tendrán las
declaraciones de la nueva ministra de Comunicación del Gobierno de facto,
quien expresó públicamente
que el Ejecutivo instaurado tras el golpe tiene identificados a periodistas
locales y extranjeros por causar "sedición", y deberían
"responder a la ley boliviana". Sobre ello, sumó que el actual
ministro de Gobierno, Arturo Murillo, "va a tomar las acciones pertinentes
en todo esto".
Embajada de Argentina en La Paz. wikipedia.org / EEJCC / CC BY-SA 4.0
Las agresiones y amenazas
Por ejemplo, el periodista argentino Rolando
Graña fue interrumpido en varias oportunidades por una ciudadana que defendía
el golpe de Estado, a los gritos: "Informan de manera internacional mal.
¡Dí la verdad!", le reclamó una joven. Al instante, Graña también
reaccionó, y le dijo: "¡Sos una basura! ¡Respetá la liberta de prensa!".
De pronto, un fotógrafo apareció en la escena, con insultos, y golpeó al
camarógrafo de A24.
Después se dio a conocer que el fotógrafo
agresor, Alexis Demarco, también es argentino. En Facebook
publicó imágenes sosteniendo que no hubo un golpe de Estado, y que Morales
es un dictador. Asimismo, desde el equipo de Graña le explicaron a RT que la
joven local que inició el altercado les había gritado durante un
trayecto de diez cuadras, colmándoles la paciencia, y por eso se produjo la
respuesta, también subida de tono.
Medios bolivianos se hicieron eco de la
situación, y siguieron la línea del Gobierno de facto. Por ejemplo, El Diario
publicó una foto de Graña y el camarógrafo trabajando en La Paz, con el
siguiente texto: "Pseudo periodistas alientan la violencia".
Allí se colocaron los nombres completos de los trabajadores de prensa, en una
clara maniobra de persecución. La foto también
figura en su sitio web, con la siguiente descripción: "Se están dando a la
tarea de alentar la violencia y tergiversar la información, aprovechando la
situación por la que atraviesa nuestro país", publicaron.
Con el objetivo de seguir informando la crisis
que atraviesa Bolivia, Graña y su compañero quisieron trabajar desde
El Alto, donde hay más facciones afines a Evo y manifestaciones contra el
golpe. También era el lugar donde se sentían más seguros. Y aunque lograron
llegar a esa ciudad, las autoridades los trasladaron a la sede diplomática
argentina aludiendo a motivos de seguridad, para ser regresados a su país de
origen.
En sintonía con los ataques, el camarógrafo de
Telefé grabó un video donde relata que fue agredido con gas pimienta. Cuando
emitió su testimonio, estaban evacuando al equipo de su hotel en La Paz.
El notero de ese canal, Mariano García, quien también fue blanco de amenazas, ironizó: "La cobertura periodística está incomodando a muchos. Ahora parece que soy un infiltrado comunista, cubano, venezolano, ruso y norcoreano".
Además, en redes sociales se compartieron
imágenes con los rostros de los reporteros argentinos, junto al siguiente
lema: "Periodismo amarillista, falso e irrespetuoso. Fuera de Bolivia.
Si los ves en la calle, dales a conocer tu repudio".
El equipo de RT también
fue intimidado
Las presiones sobre los medios de comunicación
se suceden en Bolivia desde el golpe de Estado. El corresponsal de
RT, Francisco Guaita, fue increpado este
jueves en medio de su labor por opositores a Morales, en plena calle: "¡No
mienta, no mienta!", gritaban aquellos ciudadanos para interrumpirlo,
quienes consideran que en ese país latinoamericano no se produjo un golpe.
A su vez, Guaita fue abordado por otros medios
de comunicación para que explicara lo sucedido, y comentó que cuando intentó
contar la otra parte de la situación en el país sudamericano, más allá de
las protestas multitudinarias en rechazo al golpe de Estado, no lo dejaron.
"Yo creo que los protagonistas no somos
los periodistas, es la gente", agregó.
¿Cómo se consumó el golpe?
El domingo 10 de noviembre las Fuerzas
Armadas y la Policía pidieron públicamente la dimisión del entonces mandatario,
Evo Morales, quien estaba cerca de terminar su tercer mandato al frente
del Ejecutivo. Acto seguido, para evitar una escalada de violencia, el primer
presidente indígena de Bolivia anunció su dimisión y logró exiliarse en México,
país que le garantizó el asilo.
Recientemente, la vicepresidenta segunda del
Senado, Jeanine Áñez Chávez,
se autoproclamó presidenta interina, ya que los altos mandos del Ejecutivo
habían dimitido y consideró que ella seguía en la línea sucesoria. Así,
tiene un plazo de 90 días para convocar a elecciones, pero ya avisó que
Morales no podría postularse.
Leandro Lutzky