El juez García-Castellón considera
que el excoronel Inocente Montano participó activamente en la matanza de la
Universidad Centro Americana José Simeón Cañas.
LA PÁGINA - 30 DE NOVIEMBRE DE 2017 15:24
Fotografía de ICE
El juez de
la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha enviado este jueves a prisión
al excoronel salvadoreño Inocente Montano, quien, según su investigación,
“participó activamente” en el plan para la matanza de seis jesuitas –cinco de
ellos españoles- y dos asistentas de la Universidad Centroamericana (UCA) el 16
de noviembre de 1989. El atentado, promovido por la cúpula militar salvadoreña,
iba dirigido especialmente contra el sacerdote español Ignacio Ellacuría,
rector de la UCA, que trataba de mediar entre la guerrilla del Frente Farabundo
Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Gobierno salvadoreño, controlado
por la formación ultraderechista Alianza Republicana Nacionalista.
Montano, de
74 años y que fue entregado a España el pasado miércoles por Estados Unidos,
era viceministro de Seguridad Pública y uno de los líderes de La Tandona, una
asociación clandestina de 20 oficiales de ultraderecha de la promoción de 1966
y que ocupaban posiciones clave en la milicia y el Gobierno salvadoreño. Según
el auto del juez García-Castellón, “participó activamente en la decisión y
diseño del asesinato” de Ellacuría y los jesuitas españoles Ignacio Martín
Baró, Segundo Montes Mozo, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo,
adscritos a la llamada Teología de la Liberación, corriente que considera que
el Evangelio exige la opción preferencial por los pobres. En la acción armada
fueron asesinados también el jesuita salvadoreño Joaquín López, la asistenta
Elba Ramos y la hija de esta, Celina, de 15 años.
El
exoficial, además de miembro del Gobierno, era el máximo responsable de la
emisora gubernamental Radio Cuscatlán. Una semana antes de los asesinatos en la
UCA, este medio de comunicación difundió amenazas de muerte contra Ellacuría y
el resto de los jesuitas, a los que acusaba de terroristas y cerebros del FMLN.
Montano participó en las reuniones preparatorias del atentado que se celebraron
el 15 de noviembre en la Escuela Militar y en los cuarteles del Comando
Conjunto del Estado Mayor de la Fuerza Armada. En esos encuentros se decidió
actuar de manera urgente contra civiles de gran relevancia intelectual.
Según la
investigación, basada, entre otros elementos, en documentos desclasificados de
la inteligencia de Estados Unidos y en el informe de la Comisión de la Verdad
para El Salvador de 1993, Montano estuvo presente cuando el coronel y ministro
de Defensa, René Emilio Ponce, ya fallecido, dio la orden a su subordinado
Guillermo Alfredo Benavides de asesinar a Ellacuría y no dejar testigos. Para
ello, se sirvió del batallón Atlacatl, destacado en la capital del país desde
unos días antes de la matanza.
El juez
García-Castellón decidió este jueves enviar a prisión al excoronel antes de
tomarle declaración el próximo lunes. Montano está imputado por cinco delitos
de asesinato terrorista –los correspondientes a los cinco jesuitas españoles,
los únicos que han quedado amparados tras la reforma de la justicia universal operada
por el PP en 2014-. También se le atribuyen delitos de lesa humanidad.
Montano, que
llegó a Estados Unidos en 2001 con documentación falsa, es el único de los 17
exmilitares salvadoreños cuya extradición se ha reclamado por España que ha
sido puesto a disposición de la justicia de este país. La Justicia salvadoreña
ha rechazado en dos ocasiones la entrega de los procesados que residen en el
país centroamericano.